ESTÁN POR TODAS PARTES
05.07.2024 21:22
Yo los he visto. Durante el año, es difícil descubrirles porque van de incógnitos, como cualquier ciudadano de a pie, pero están por todas partes, diluidos entre el pueblo llano.
Están locas. Del 15 al 5 de Julio no son Sanfermines, pero ellas no lo saben.
Aparentemente, durante el día, actúan, hablan, piensan como personas normales: trabajan, estudian, tienen o no pareja, tienen o no familia, hacen o no deporte, salen por ahí, etc. Pero cuando el sol se pone, y llega la hora de acostarse, miran la fecha en el calendario, tachan el día que toca su fin y piensan, suspirando, “Ya falta menos”.
En el trabajo, todo hace pensar que están a sus labores, a su tarea, hasta que cualquier compañero pregunta por la fecha del día en curso y otro le responde, en tono neutro y aséptico, “2 de Febrero”. Ahí es donde irrumpe él, que no ha soltado prenda en toda la mañana, para sentenciar: “¡Escalerica!”
Es socia de Osasuna pero no le gusta el fútbol. Todos lo saben y ella no lo niega, pero tampoco les dice toda la verdad, sino que afirma que va a El Sadar para estar con “éstas”, para juntarse con la familia, porque es el equipo de su tierra… Pero los que tienen la capacidad de detectar a esta especie, sabe que ella es socia de Osasuna porque durante el año, el ambiente de El Sadar es lo más parecido a Sanfermines, porque Osasuna y Sanfermines forman un tándem inseparable, son dos entes complementarios, que se necesitan el uno al otro, pese a que nunca coincidan, pese a que nunca estén juntos… como el día y la noche, el río y el mar, o Shakira y Piqué.
Durante las semanas previas a las fiestas, reconocerles es algo más fácil: están más inquietos, tan pronto ríen como lloran, y muestran gestos de desprecio a quien informa de que se va todos los Sanfermines de vacaciones. Lanzar un comentario al aire del estilo de “¡Bah, yo este año me voy desde el 5, cada año los soporto menos!”, es una forma infalible de destapar a uno de ellos, te fulminará con la mirada.
Suben al casco viejo de potes como cualquier otra ciudadana común, pero ellas no se echan un pintxo en cualquier sitio, sino que van al Oreja a por unos chopitos con pimientos de El Padrón, o a El Temple a por un moscovita. Si el plan es comer un bokata, darán unos rodeos para despistar al populacho de a pie, pero terminará en el Jesús Mari, y tras el bokata pedirá un chupito de Akelarre.
La semana anterior a Sanfermines, están ausentes, centrados por la inminente misión que está a punto de comenzar. Las fiestas son un deber para ellos. El mayor y el más importante de sus deberes del año. Y deben afrontarlo con eficacia para solventarlo con éxito. No vale fallar un solo día. No le sirve un plan en su barrio de la periferia. Y por supuesto, irse un día a Zarauz a cargar las pilas es desertar. Lo saben ellos. Lo sabemos todos.
Llegadas las amadas fiestas es más difícil reconocerlas, porque la muchedumbre que abarrota la ciudad se viste y actúa como ellas, pero también marcan la diferencia, tan solo hay que estar algo más atento y preparado.
El día 6 no les basta con salir vestidas de blanco, sino que ya se traen de casa todos los accesorios que el resto de mortales va adquiriendo a medida que la fiesta va saboreando sus primeras horas: vaso reutilizable, sombrero, abanico, chapica con frase chistosa insertada en la camiseta, gafas sin lentes… Los accesorios extras aguardan todo el año junto con el resto de su ropa blanca, porque para las de esta raza, son tan imprescindibles como la faja y el pañuelico.
Para el resto de asistentes a las fiestas, locales o foráneos, es a elección del portador de la prenda, pero ellos saben que no: el pañuelico se coloca con el nudo hacia delante. Ponerse el nudo en la nuca es una técnica depurada para localizarles, pues no dudarán en señalar tu blasfemia, emplazándote a que le des la vuelta a tu pañuelico de inmediato.
El error no es tan común por parte de la masa social, como el del pañuelico, pero en caso de que alguien ose a cometerlo, ellas estarán ahí para corregirlo: la faja se anuda en lado izquierdo de la cadera. No hay discusión alguna. Es una afirmación basada en fundamentos matemáticos.
Hay algunos que son una Mina, y en estas fechas son como de la familia, porque -y así se les reconoce-, durante las fiestas, se apuntan a tus planes familiares y te invitan a los de la suya. Todos tenemos uno en nuestra vida, en nuestros Sanfermines.
Y así es como se distingue a los SANFERMINEROS ACÉRRIMOS del resto de homo sapiens, incluido al que justo antes de las fiestas os brinda éste, vuestro ansiado artículo. Aunque para ello, tenga que perderse a un pamplonica eliminando a Alemania…
¡¡¡VIVA SAN FERMIÍN!!!
GORA SAN FERMÍN!!!
¡¡¡YA FALTA MENOS!!!