FAUNA SANFERMINERA

05.07.2019 18:17

 

               

            Y casi sin darnos cuenta, aquí estamos, queridos lectores, con el ya tradicional artículo sanferminero de vuestro columnista favorito. Este año no he querido dejar pasar la oportunidad de describiros algo tan significativo de cualquier hábitat como lo es su fauna. En efecto, con orgullo y sin demora, paso a detallaros toda especie animal que llena las calles de la vieja Iruña y le da colorido a la fiesta durante sus nueve días:
 
  • El mozopeña: como no podía ser de otra manera, empezamos por la especie sanferminera más emblemática… El mozopeña es a las fiestas lo que el león a la sabana, el pingüino a la Antártida, el canguro a Australia o los huevos fritos al almuercico. Se pega desde el 1 de Enero contando los días que quedan y anunciando en su trabajo cada día de escalerica. Para principios de Junio, ya está de los nervios y para el 15, ya se ha probado la ropa blanca del año pasado. Pese a que su lugar más común sea la corrida de toros –con su entrada y salida de las peñas incluida, claro está–, puede vérsele también a las mañanas en el vermut, en los gigantes si es padre o madre, a las noches por Jarauta o incluso, en la procesión o en la ofrenda floral al Patrón.
  •  El vampiro: hay uno o más en cada cuadrilla y se distingue por ser un ser que vive la fiesta única y exclusivamente por las noches. Pese a que vayan pasando los años y el resto de sus amigos vayan adaptándose al horario diurno, él sigue con sus hábitos de la adolescencia: salir de casa a la hora de los fuegos artificiales y llegar después de ver el encierro dando tumbos –la luz del sol de las ocho de la mañana no le hace daño alguno, pero los rayos del mediodía o de la tarde, lo fulminarían ipso facto–. Te puedes topar con uno de ellos en cualquier calle del casco viejo por la noche, o bien en el ascensor cuando llega a casa, apestando a kalimotxo rancio y saboreando unos churros mientras tú subes de comprar el pan.
  • La cigüeña: casi no merece ser nombrado en tal preciado artículo pero nuestras amadas fiestas las hacen tanto los que están como los que no. Ciertamente, me estoy refiriendo a toda esa gente que no quiere ni oír hablar de los Sanfermines, emigrando de Pamplona el día 5 para regresar el 15. Los hay más perezosos –emigran a Orio, Zarauz, Laredo– o más sacrificados –Punta Cana, las Maldivas, etc– pero todos se caracterizan porque te los encuentras llenando tu muro del FB con sus fotos en las que muestran lo bien que se lo están pasando, estando tú resacoso y legañoso, recién despertado… Y, lo negarás siempre bajo tortura, pero en ese preciso instante te dan un poquico de envidia.
  • El combativo: hasta hace unos cuantos años, eran de raza pura: greñas –ellos– o melena con mechas moradas –ellas–, camiseta exigiendo el acercamiento de los presos a Euskal Herria, pegatinas en la camiseta reivindicando la Independentzia, riñonera boliviana a un lado de la cadera, el símbolo de amnistía en el pañuelo, etc. En cambio, en los últimos años, con el nacimiento de la ola político-social 15mayista-podemita y con la explosión del movimiento feminista, son más heterogéneos y variopintos, habiendo así una amplia gama de reivindicaciones y pegatinas y, por tanto, de razas de esta especie. Y es que, qué duda cabe de que la belleza está en el mestizaje. Abundan los cruces de esta especie con los mozopeñas en tendido de Sol.
  • El navarrísimo: en las antípodas de la geografía en la que vive el combativo, tenemos al navarrísimo. Es difícil reconocerlo por su estética, por lo que hay que observar detenidamente sus movimientos: critica constantemente al animal combativo, silbando cuando aquél reivindica, y grita entusiasta ¡¡Viva Navarrrrrra!! cuando ve pasar al Santo en la procesión, dando por hecho que al combativo le va a irritar tal arenga. Su hábitat natural es el tendido de Sombra o dependiendo de la edad, el Casino Eslava o las sociedades gastronómicas PTV donde no se permite la afiliación de mujeres.
  • El cisne: pese a que no son de lo más típico de nuestra fauna rojiblanca, están ahí y merecen su espacio, como las ovejas negras en el rebaño o como los madridistas en Pamplona… bueno, no… aquí igual me he pasado… Son elegantes y esbeltos, van siempre de punta en blanco pese a ser Sanfermines y les gusta lucirse aún más –si cabe– que durante el año, hecho que hace que sigan llevando su look engominado –ellos– o su peinado de peluquería –ellas–, le pese a quien le pese. Frecuentan los garitos chics del ensanche, como el Che, la Carbonera, etc. y se mantienen siempre alejados de los adoquines.
  • La paloma: es otro ave migratoria pero al contrario que la cigüeña, ésta viene a Pamplona huyendo de su monótona vida en Wisconsin, Sidney –no pongo esta ciudad por casualidad, simple y llanamente es la única que conozco de Australia y no me apetece buscar otra en Google– o Bayona. Cualquiera de las especies anteriormente citadas, sueña con cortejar y aparearse con ésta, pero por desgracia –para las palomas, por supuesto– sólo ocurre en los chistes de Oroz. También las hay que vuelan desde tierras forales, las cuales son muy difíciles de distinguir de la fauna autóctona, a menos que le mires el pañuelo, el cual siempre lo lucirá orgulloso con el escudo y nombre de su pueblo.
  • El camaleón: disfruta la fiesta como cualquier otro animal de nuestra fauna pero llama la atención sobre el resto porque jamás se viste de blanco y gasta el mismo color de piel que durante el año. Si acaso se le puede ver un pañuelico anudado en la muñeca, a lo sumo. Nunca lo reconocerán, pero van así vestidos para llamar la atención de animales de otras especies del sexo opuesto y facilitar así su apareamiento. Por suerte, y que me perdonen los ecologistas de la especie combativa, son una especie en extinción.
  • La cigüeña sin alas: se pega el año despotricando contra los Sanfermines pero cuando se van acercando, es incapaz de emigrar como el resto de su especie y se queda aquí quejándose, aguando la fiesta y dando por culo al resto de las especies –bueno, por lo menos por fin hemos encontrado a una especie que aparea–.
  • El bloguero: tiene mucho de casi todas las especies y se pega el año esperando a que se acerquen estas fechas para escribir su artículo en su blog y que el resto de especies lo disfruten…..
 
¡¡¡VIVA SAN FERMÍN!!! GORA SAN FERMIN!!!
¡¡¡YA FALTA MENOS!!!
 

         Charly Azanza